A este paso esto puede acabar como el rosario de
Por encima de las fotos, por encima de las palabras, por encima del hombre decadente de principios de siglo XXI deben estar aquellos que se deben situar por encima del bien y del mal. Despojaos del engorroso lastre que han colocado a vuestras espaldas y erguíos como leones hambrientos contra el yugo que os han colocado en el cuello para convertíos en niños que crecerán con una nueva moral limpia e impoluta, como el cielo fresco de una mañana de primavera a orillas del Orinoco. Solo os pido una cosa, debemos acabar con este hombre y crear uno nuevo que se alce triunfante sobre las cenizas de lo que fue decadencia.
La religión judeocristiana, el Islam, el Budismo y otras religiones cargantes que nos atosigan; la ira integrista que es el grito de los desesperados del tercer mundo que caen en la trampa fácil de la fe estúpida; el capitalismo destructor de la conciencia colectiva que genera la suma de los individuos que han perdido toda conciencia de clase; la sociedad del espectáculo donde, como decía Guy Deborg, lo espectacular integrado se manifiesta como concentrado y difuso; la autocracia dominante que ha impuesto unos patrones de ciudadano productor-consumidor con derecho a voto pero sin derecho a pensar… en definitiva, toda esta basura que engullimos diariamente por medio del trabajo, la casa, la prensa, la televisión y en nuestros círculos de amistades.
El PP no es la solución, pero el PSOE también es una mentira que está integrada en este espacio carnavalesco como el resto de partidos, donde desfilan payasos locos que de forma involuntaria, como la mayoría de la población, participan de un espectáculo grotesco que es la sociedad postindustrial.
Se puede seguir por este camino, es lo fácil, o se puede pensar en buscar alternativas, empezando por intentar entender (cosa complicada en demasía) como funciona esta sociedad que nos lleva de ningún sitio a ninguna parte. Los padecimientos, llantos, penas, lamentos, quejas y estados depresivos son elementos que nos invaden cuando nuestras perspectivas no se cumplen y aspiramos en buscar un status y ser reconocidos, que es la aspiración más entupida a la que nos podemos aferrar.
No puedo cerrar esta misiva con esta reflexión que el mismo Guy Deborg incorpora en la introducción de su ensayo Comentarios sobre la sociedad del espectáculo [1988].
“Por críticas que puedan ser la situación y las circunstancias en que os encontréis, no debéis desesperar; en las ocasiones en que todo es temible es cuando nada hay que temer; cuando se está rodeado de todos los peligros es cuando no hay que tener miedo de nadie; cuando se está sin ningún otro recurso es cuando hay que contar con todos; cuando se es sorprendido es cuando hay que sorprender al enemigo”
Sun-Tse, El arte de la guerra
PD: espero que mis palabras animen a los decaídos y no generen el efecto opuesto, de lo contrario me cuestionaría toda ni base de pensamiento crítico.
Els filòsofs s'han limitat a interpretar el món de diferents maneres; del que es tracta és de transformar-lo.
Karl Marx (1818-1883)
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